Abogado en Valladolid

Los porcentajes de divorcios en España han aumentado mucho  en los últimos años y en consecuencia, nuestro país debido a la creciente crisis  tiene una sospechosa  reputación de convertirse en  un  futuro cementerio  de matrimonios.

Los abogados matrimonialistas expertos en divorcios y separaciones como los de Magaz y Merino Asociados por ejemplo, creen que dicho aumento puede estar relacionado con diferentes factores, incluida la presión financiera y precaria situación laboral actual, las largas jornadas laborales interminables con sueldos de miseria, el nuevo estilo de vida deshumanizado y los valores familiares que se están perdiendo y que se apartan de la tradición familiar español donde la familia era el eje central de la convivencia dentro de la sociedad. 

Los problemas  de la vida cotidiana  pueden volverse bastante más preocupantes  en las grandes ciudades  como Madrid, Barcelona, Valencia o incluso en las capitales de provincia como Valladolid, Burgos…etc. donde las viviendas son pequeñas, con un aumento de los costos de vida, las ambiciones profesionales frustradas y la búsqueda de la supervivencia económica familiar,  que pueden contribuir a aumentar las tensiones entre los cónyuges. Y si a esto añadimos además la creciente precariedad laboral actual y los problemas derivados de la pandemia del COVID 19 la situación se agrava aún más. 

Las restricciones adicionales debido a la pandemia de COVID-19 han empeorado mucho  la situación, lo que ha provocado un número creciente de divorcios en gran medida debido a la inestabilidad económica de la pareja que ha creado un gran número de situaciones límite que han afectado a la convivencia.

Si una o ambos cónyuges han llegado a la conclusión de que la única forma de resolver una situación aparentemente sin salida es el divorcio, o la separación matrimonial es necesario tener en cuenta antes de decidirse algunos aspectos.

¿Cuáles son los primeros pasos que tendré que dar para  iniciar un proceso de divorcio?

La primera consideración, y probablemente la más importante, antes de iniciar el proceso de divorcio es hacerle saber a tu cónyuge que el matrimonio no está funcionando y que aunque no estás segura a lo mejor sería mejor plantearse un futuro divorcio. Intentar resolver antes todos los problemas emocionales en la pareja relacionados con el posible acto de divorciarse puede potencialmente ahorrar mucho tiempo, dinero y estrés en un  proceso de cese de la convivencia o separación matrimonial.

Sorprender  a tu cónyuge con una demanda de divorcio y arrojarle los papeles a la cara sin plantearlo antes rara vez es una buena idea. Todo depende obviamente de las características observables en la convivencia de la pareja.

Para iniciar el proceso de divorcio, se redactará una demanda de divorcio, que iniciará los trámites necesarios para llevarlo a cabo. La petición está orientada obviamente a  que el matrimonio se disuelva jurídicamente, pero también es necesario tener en cuenta  otros asuntos relacionados con la custodia de los hijos y la separación de los activos y pasivos matrimoniales.

Si hay acuerdo entre los miembros de la pareja y el otro cónyuge no lo disputa, se puede hacer de mutuo acuerdo y eso haría más fácil el proceso, además de ser más económico.

Si no hay acuerdo se iniciará en cambio un proceso contencioso, que será bastante más costoso, donde cada  cónyuge deberá defender sus peticiones  ante el Juez  y será necesario obtener una fecha de juicio para discutir los asuntos en disputa.

¿Cuáles son los motivos específicos de divorcio en España?

Los motivos específicos para el divorcio se establecen claramente en la Ley 15/2005, de 8 de julio, por la que se modifica el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio que suprimió las causas legales de separación y divorcio en España ya que para  pedir el divorcio era preciso solicitar con anterioridad  una separación judicial fundamentada en  las causas que establecía el Código Civil  que eran básicamente el abandono injustificado del hogar, o la infidelidad conyugal, o una  conducta injuriosa o vejatoria, o la constatación de  violaciones graves o reiteradas de los deberes conyugales. 

Aquí se incluye además la violación grave o reiterada de los deberes respecto de los hijos comunes o respecto de cualquiera de los cónyuges. También se tiene en cuenta el alcoholismo de uno de los cónyuges o una posible toxicomanía o incluso perturbaciones mentales que perjudican  la convivencia. 

Las causas del divorcio que se consideraban eran básicamente el cese efectivo de la convivencia conyugal durante un periodo de tiempo de un año mínimo, desde la interposición de la demanda de separación correspondiente y de dos años, desde la separación de hecho consentida por ambos cónyuges,  desde la firmeza de la resolución judicial o desde la declaración de ausencia de alguno de los mismos o cuando el cónyuge que solicitaba el divorcio podía acreditar  que, al iniciarse la separación de hecho, el otro integrante de la pareja  estaba incurso en causa de separación. 

También se consideraba de cinco años, a petición de cualquiera de los cónyuges si había una  condena en sentencia firme por un atentado demostrado  contra la vida de uno de los cónyuges, sus ascendientes o descendientes.

Antes de esta reforma del Código Civil, el divorcio se consideraba como el último recurso al que podían acogerse los cónyuges si, tras un periodo de separación judicial o de hecho de 1 año, 2 años o 5 años, y según los supuestos posibles, no cabía la reconciliación entre los cónyuges.

¿Es necesaria la separación judicial o la separación de hecho para solicitar el divorcio?

Ahora mismo no es precisa la previa separación judicial o de hecho para solicitar el divorcio y los cónyuges pueden solicitarlo directamente  siempre que hayan transcurrido por lo menos tres meses desde la celebración del matrimonio. No obstante, es factible una separación judicial para los cónyuges que no quieran disolver totalmente su matrimonio.

La separación y el divorcio son las dos opciones, a las que la pareja puede acudir para solucionar sus problemas de vida en común y legalmente en la actualidad se pretende reforzar el principio de libertad de los cónyuges en el matrimonio, puesto que la continuación o no de su convivencia depende de la voluntad que tengan  ambos en este propósito.

Según la Ley 15/2005, de 8 de julio se pretende evitar la situación actual que, en muchos casos, conlleva un doble procedimiento, para lo cual se admite la disolución del matrimonio por divorcio sin necesidad de la previa separación de hecho o separación judicial, con un importante ahorro por lo tanto de costes para  ambas partes, tanto económicos como personales. 

Según el  artículo 32 de la Constitución,  se mantiene la separación judicial como figura autónoma, para aquellos casos en los que los cónyuges, por las razones que les asistan, decidan no optar por la disolución de su matrimonio.

Para solicitar el divorcio solo es necesario que uno de los cónyuges quiera  poner fin al matrimonio y desaparecen las causas de divorcio citadas antes por lo que la solicitud de divorcio no depende de causa alguna, es suficiente que uno de los cónyuges no desee continuar con su matrimonio para poder solicitar el divorcio. El otro cónyuge no podrá oponerse a esto. De esta forma, se pretende reforzar legalmente el principio de libertad de los cónyuges en el matrimonio, ya que tanto la continuación de su convivencia como su disolución depende únicamente de la voluntad constante de ambos cónyuges.

¿Debería considerar una solicitud conjunta con mi cónyuge, de divorcio de mutuo acuerdo?

Puede presentar una solicitud de divorcio de mutuo acuerdo junto con su cónyuge, siempre que ambas personas deseen presentar una solicitud conjunta. Si un acuerdo prenupcial ya ha establecido cortapisas o situaciones complejas  en el caso de divorcio podría ser necesario tenerlo en cuenta antes. Los acuerdos antes de la separación que no involucran ninguna disputa legal posibilitarán un acuerdo más amistoso y un divorcio sin problemas. Sin embargo, si se vislumbran o anticipan posibles disputas que surjan de tipo económico o sobre cuestiones financieras o  de hijos a cargo, es recomendable confiar en el criterio de un buen abogado matrimonialista del Bufete Magaz y Merino  que son abogados de familia con amplia experiencia en divorcios y separaciones que pueden hacer más manejable una situación difícil. Además nuestro despacho cuenta con economistas especializados en asuntos económicos, disolución de condominio, reparto de bienes y asuntos fiscales relacionados con un proceso de divorcio.

¿Cuáles son los elementos más importantes que debo buscar al contratar a un abogado de familia?

Es fundamental establecer una relación sólida con tu abogado de divorcios basada en la confianza y debe ser por lo tanto un abogado experto en divorcios y separaciones. Desde el principio, es importante darle todos los detalles relevantes sobre tu matrimonio, incluido un resumen que le permita valorar adecuadamente tu caso y que te haga  obtener un resultado satisfactorio basado en un buen análisis previo basado en su experiencia profesional. Uno de nuestros abogados matrimonialistas te guiará a través del proceso y se asegurará de que tomes las decisiones basadas en una buena información legal y que deben basarse además en hechos objetivos en lugar de emociones. A largo plazo, se lograrán resultados más justos y razonables relacionados con asuntos financieros y de los  hijos a cargo, que te permitirá, en última instancia, seguir adelante y convertir el divorcio en un mero trámite no traumático para la familia.

¿Qué tengo que preguntar a mi abogado?

Debes hacer las preguntas adecuadas que te permitan comprender bien los pasos a seguir. Es aconsejable por lo tanto una primera consulta con un abogado matrimonialista especialista en divorcios donde le expongamos nuestro caso y recibamos las indicaciones mas adecuadas para tomar en base a ellas las decisiones más juiciosas.

Debes valorar si tu abogado de divorcios te está orientando bien para resolver las disputas con tu pareja, con una actitud correcta orientada al futuro y a la resolución de conflictos que puedan afectar a tus hijos. Las partes en la mayoría de los divorcios contenciosos están llenas de emociones tóxicas que  a menudo depende de la experiencia del abogado de divorcios poner la situación de las partes en perspectiva, en lugar de centrarse en quién está equivocado y quién tiene la razón.

Finalmente, los procedimientos judiciales son solo una de las muchas formas de resolver disputas y  a menudo, son la solución más estresante y que consume más tiempo y dinero. Cuando surgen disputas, es posible que se solicite a las partes que presenten declaraciones varias  lo que en sí mismo es un proceso doloroso. Existen otros métodos para resolver disputas y los abogados de divorcios deben poder asesorar y ayudar a los clientes a resolverlas a través de dichos medios.

¿Cuánto dura el proceso de divorcio?

Depende de que ambos cónyuges puedan acordar los términos y no planteen más complicaciones durante el proceso de las necesarias. En realidad, muchos casos de divorcio presentan situaciones  complejas, especialmente debidas a los  hijos o a la  división de los bienes matrimoniales. Es triste pero cierto que algunos procedimientos pueden incluso durar mas tiempo del necesario debido a la falta de entendimiento en estos asuntos y  tener un abogado experto en este tipo de negociaciones es un punto a nuestro favor.

¿Cuándo puedo pedir el divorcio?

Cuando hayan transcurrido por lo menos tres meses desde la celebración del matrimonio. No será necesario el transcurso de este plazo de tres meses para la interposición de la demanda de divorcio si se acredita la existencia de un riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante o de los hijos si los hubiere.

¿Puedo volver a casarme inmediatamente después de que finalice el divorcio?

Sí, se puede después de que se obtenga el divorcio lo cual dependerá en tiempo de obtener el  acuerdo económico entre las partes y del convenio regulador  donde se estipule todo lo relacionado con los hijos si los hubiera